Una alimentación adecuada y saludable puede ser clave para evitar enfermedades. La dietoterapia es, por lo tanto, la ciencia que estudia y establece las dietas con las que, a través de la combinación de alimentos, buscamos mejorar nuestra salud.
Con el tiempo, la ciencia ha demostrado que muchas enfermedades desarrolladas tienen relación con los alimentos ingeridos. La obesidad, la hipertensión o la diabetes son enfermedades que, en algunos países, alcanzan cifras altísimas. Esto se debe, en parte, a la alta incidencia de las grasas en la composición de los alimentos, así como de los procesados y los azúcares en las dietas. También se ha demostrado que entre el 30 y 40% de los cánceres pueden prevenirse con un estilo de vida y unas dietas saludables. Por eso, la guía de los expertos ha cobrado máxima importancia en el sector.
¿Qué es la dietoterapia?
La terapia dietética, o dietoterapia, es una rama de la dietética que busca promover una gama equilibrada de alimentos enfocadas a la buena salud. El objetivo es ayudar a que los pacientes consuman mejores nutrientes y enfoquen su alimentación hacia la protección saludable de sus organismos.
La dietoterapia tiene por objeto también guiar al paciente en lo que implica una buena alimentación, que exige una renuncia de alimentos determinados de los que no es recomendable abusar.
La formación en dietoterapia proporciona al experto una visión importante de todo lo relacionado con una mala alimentación y sus consecuencias en el organismo, y a partir de ahí ofrece los ingredientes para recomendar dietas personalizadas a cada paciente en función de diferentes aspectos de su metabolismo y patologías fisiológicas.
¿Existen diferentes tipos de dietas?
La dietoterapia es una disciplina que recomienda una serie de dietas a partir de las enfermedades detectadas en consecuencia de la alimentación. En este sentido, es reactiva. Y por ello es necesario centrar el diagnóstico y las recomendaciones en cada caso particular. Aun así, hay tres tipos de dietas diferentes:
Dietas esenciales
Conocidas como dietas curativas. Es decir, enfocadas en afrontar una enfermedad específica previamente detectada. Su finalidad es distribuir y aconsejar nutrientes, así como eliminar algunos alimentos que puedan seguir afectando al metabolismo.
Dietas preventivas o profilácticas
Dietas cuyo objetivo principal es prevenir el riesgo de que una enfermedad alimentaria se manifieste. La dieta baja en colesterol sería un ejemplo.
Dietas paliativas
El objetivo es adecuar la alimentación a la curación de una patología relacionada con la alimentación para reducir sus efectos en el organismo. Estas tratan de paliar alergias alimentarias, fracturas de mandíbula, úlceras pépticas, y demás.
Los efectos de las dietas inadecuadas en el organismo
La dieta no siempre tiene que ver con el aspecto físico. Realmente, una dieta adecuada se puede medir en función de la calidad de la salud del que la asuma. Al final, cada órgano de nuestro cuerpo tiene una función que hacer. Y, la falta de unos nutrientes determinados puede impedir que alguno de estos órganos cumpla sus funciones de la manera más apropiada.
La nutrición inadecuada puede derivar en múltiples problemas de salud. Y si, además de una dieta inadecuada, el paciente tiene patologías previas diagnosticadas, el efecto podría ser mayor.
Algunos casos de enfermedades variadas de una mala alimentación son los siguientes:
- Hipertensión
- Diabetes
- Anemia
- Dislipidemia
- Enfermedades cardiovasculares
¿Qué es la fisiopatología?
La fisiopatología es una disciplina dentro de la medicina que estudia los mecanismos a través de los cuales se originan las diferentes enfermedades. Es decir, analiza por qué se producen las enfermedades, cuáles son sus síntomas y cómo se presentan. La fisiopatología se divide en tres fases:
Fase inicial
En esta primera etapa se abarcan los cambios que sufre el organismo desde el momento en el que aparecen los primeros síntomas. El paciente no sufre cambios importantes en esta fase inicial.
Fase clínica
La enfermedad comienza a reflejar sus primeros síntomas, que pueden aparecer de maneras diferentes. Esta fase no tiene un periodo de tiempo determinado, pueden ser días, semanas o meses.
Fase de resolución
Es una etapa variable que, en patologías benignas, culmina con la curación y la recuperación de salud; mientras que en otros casos la enfermedad puede volverse crónica.
Si deseas más información sobre lo importante que es la nutrición saludable y su impacto en nuestro metabolismo, visita la página web del programa de especialización en Nutrición y Estado Emocional, impartido por SIU Executive Education.
